Como ya sabeis, hemos llegado bien a nuestras respectivas casas, bastante cansaditos y con la ropa bastante más sucia de lo que la llevamos, pero también con la maleta repleta de buenos momentos, risas, alguna que otra lágrima y, sobre todo, con una experiencia única.
Hemos aprendido un mogollón gracias a Karmah y a José, a los que les mandamos un abrazo muy fuerte y muchos besos. Gracias paisanos, ya sabemos diferenciar hayas, robles, avellanos, majuelos... cómo se forman las cuevas en las rocas calizas, qué son los estratos y las egagrópilas,... y sobre todo la importancia de todo lo que nos rodea y el respeto que se merece para poder disfrutar de ello.
Desde aquí nos gustaría dar las gracias a todos los que han hecho posible esta gran aventura, a los chicos y las chicas por los buenos ratos vividos, a las familias por confiar en nosotras, al personal del albergue por la atención prestada, a nuestros compañeros del cole, en especial al equipo directivo por el trabajo extra y los quebraderos de cabeza, a Felix, porque sin él no hubiera sido posible este blog...
También os recuerdo a todos que queda menos de un mes de clase y que tenemos que hacer un pequeño esfuerzo con los estudios para no tirar por la borda todo el curso. Sé que va a ser difícil después de estos días pero podéis con esto y con más porque nos lo habéis demostrado.
¡Ánimo chicos!
